Lo pautó este martes la Cámara del Crímen Número 2. Quien fuera el marido de la vícima es el principal sospechoso
A poco más de un mes de haberse cumplido los 15 años del crimen de Nora Dalmaso, la mujer que fue ahorcada en su casa de Río Cuarto (Córdoba), la Cámara del Crimen Número 2 local pautó la fecha de inicio del juicio en el que Marcelo Macarrón, quien fuera su marido, es el principal sospechoso.
El día pautado es el 14 de marzo, tal como precisan los medios cordobeses. Macarrón es el principal señalado: en el momento del crimen, según la investigación, el hombre se encontraba en Uruguay jugando un torneo de golf.
A su vez, el 11 de febrero se hará el sorteo informático de jurados populares y el 18 se hará la audiencia de selección, precisó La Voz del Interior.
La historia de Dalmasso ocupó la tapa de todos los diarios de Córdoba y de buena parte del país durante el 2006, cuando se conoció el misterioso asesinato de esta mujer, el cual tenía demasiados interrogantes y guardaba ciertas semejanzas con el caso de María Marta García Belsunce, ocurrido unos años antes.
Nora, de 51 años, fue a cenar y a tomar algo con sus amigas, volvió a su casa y uno o dos hombres la estrangularon con sus manos y el lazo de su bata. El cuerpo fue encontrado el 26 de noviembre.
Hubo siete sospechosos, pero el único imputado es Marcelo Macarrón, por ser el supuesto autor intelectual del crimen, que contempla una pena máxima de cadena perpetua. Los investigadores no saben aún quién estranguló a la víctima.
Para el fallecido forense Osvaldo Raffo, que llegó a ser contratado por Macarrón para que analice la autopsia, a la mujer la esperaron dos hombres en su casa y ella luchó hasta ser desmayada de un golpe.
Javier Di Santo, el primer fiscal del caso, dejó circular la versión de los amantes de Nora. A uno le dicen “El Francés”, un empresario agropecuario. Un ex funcionario también fue vinculado. Un abogado reconocido de Córdoba, también.
Sin embargo, en el expediente consta que la única relación extramatrimonial que ella tenía era con Guillermo Albarracín, un amigo de su esposo. Durante el asesinato, los dos hombres cenaban en Punta del Este, donde jugaban un torneo de golf.
La pista “amantes” (se habló de seis y era falso) apuntaba a un juego sexual (asfixiofilia, desmentido pocas horas después del crimen) o a un femicida despechado que no aceptó el rechazo de Nora o el corte de la relación.
La acusación contra Macarrón tuvo dos líneas investigativas. La primera, impulsada por Daniel Merelles -segundo fiscal del caso- puso al traumatólogo en la misma escena del crimen. Para Merelles pudo haber tomado un “avión fantasma” desde Uruguay a Río Cuarto para matar con sus propias manos a su esposa. Pero nadie lo vio y su coartada no pudo ser derribada. Es más: el hombre tuvo sexo con ella horas antes del asesinato y por eso el líquido seminal hallado en la escena del crimen es suyo.
Unos días después de que se cumplieran 15 años del crimen de Dalmasso, el hijo de la víctima, Facundo Macarrón, hizo pública una carta en la que descargó su enojo con la Justicia. Allí cuestionó a los fiscales que trabajaron en la investigación del caso, que hoy lleva adelante el doctor Luis Pizarro.
“Ninguno de los fiscales intervinientes en la investigación buscó con seriedad ni profesionalismo al asesino de mamá. Ninguno de ellos se ocupó de darnos una respuesta como familia, y menos como sociedad”, criticó Facundo. Y se preguntó: “¿Qué hicieron durante todos estos 15 años los sucesivos fiscales intervinientes? ¿Realmente se puede ser tan inepto o será que realmente nunca quisieron descubrir la verdad?”.
“A partir del 26 de noviembre de 2021, la causa prescribió y por esto ya no existe de ahora en más posibilidad legal alguna de perseguir y encontrar al asesino. Esto implica que nuestro papá, Marcelo Macarrón, quien en su momento decidió no apelar el pedido de citación a juicio porque tenía la esperanza de que el juicio se realizara rápidamente y se lo absolviera ante la falta de pruebas, y con esto se pudiera seguir otras líneas investigativas para poder descubrir al verdadero culpable, ahora resulta que queda como único rehén de la causa”, continuó en el extenso escrito.
El joven, que hoy tiene 34 años, sostuvo que los fiscales se “ensañaron arbitrariamente” con su familia, lo cual derivó en “un fracaso investigativo” que consagró “la impunidad para los verdaderos partícipes de un crimen aberrante”. En esa línea, consideró que las imputaciones a él y a su padre fueron producto del “accionar torpe, desconsiderado y cruel” y “por la omisión en el cumplimiento de sus deberes de funcionarios públicos, negándose a investigar la verdad”.
“Está claro que el fiscal Pizarro, así como los funcionarios que lo precedieron y que descargaron toda su ineptitud y crueldad sobre nosotros, son los únicos responsables de la impunidad por el crimen de mama”, aseveró Facundo.
Además, resaltó como “de gravedad” que los familiares de la víctima no dejen de “ser puestos en el banquillo de los acusados, mancillados públicamente, sin poder hacer el duelo por la pérdida de una esposa y madre, mientas tanto los verdaderos partícipes del crimen, seguramente están sonriendo en las sombras”.