Fito Páez se presentó este sábado en el Multiespacio Cultural Luján de Cuyo con su disco El amor despues del amor en su aniversario número 30.

 

 

Ante más de 8 mil personas, aunque una gran mayoría todavía sin hacer su ingreso al Multiespacio Cultural Lujan de Cuyo, Fito Páez comenzó a cantar El amor despues del amor fuera del escenario y luego hizo su entrada con un traje mostaza y polera amarilla. Este espectáculo, con el que llenó dos canchas de Vélez Sarsfield, veía la luz en Mendoza para el deleite de una multitud.

“Buenas noches, Mendoza. A aguantar el frío”, dio la bienvenida Fito que también presentó rápidamente a Mariela Vitale, hija de Lito, quién lo acompañó a lo largo de casi todas las canciones.

Con Dos días en la vida y La Verónica, el frío copaba el lugar ubicado en Luján, pero eso no evitaba que los fanáticos coreen estás canciones que formaron parte de este disco, uno de los mejores de la historia de la música argentina.

“Hoy a la mañana me desperté soñando. Soñé con Luis que venía y me daba un abrazo. Fue tan nítido que me desperté diciendo “esto es real”. En los sueños uno puede encontrarse con aquellas personas que ha amado con locura. Esta canción es para Luis Alberto”, dijo Fito para darle paso a Sasha, Sissí y el círculo de baba, y generando un aplauso cerrado de las más de 8 mil personas presentes que ovacionaron a Spinetta.

Ya con una bufanda negra cubriendo su garganta y arengando al público, en modo director de orquesta, a aplaudir se siguieron Un vestido y un amor y Tumbas de la gloria.

“Vamos, vamos con la próxima que esta buenísimo el disco, che”, continuó Fito Páez cuando las primeras gotas comenzaban a caer sobre el público justamente mientras el rosarino entonaba Detrás del muro de los lamentos.

El público, movido por la tormenta que en vez de asustar, los levantaba, llegaron dos de las canciones más reconocidas de la escena nacional: Brillantes sobre el mic y A rodar.

“Así en la vida como en el teatro. Un intervalo, me pongo guapo y volvemos”, dijo mientras sobre la pantalla comenzaba un minutero que retrocedía desde los 10 minutos hacia atrás.

Luego del breve recreo y bajo una intensa lluvia, Fito volvió a escena y presentó a Alejo y Valentin, duo mendocino que lo acompañó en Es solo una cuestión de actitud.

Para darle paso a la segunda parte del show, con una polera negra, una bufanda verde y anteojos típicos del músico, continuaron Al lado del camino, 11 y 6 y Circo beat. La recta final fue con Ciudad de pobres corazones, Mariposa Teknicolor y Dale alegría a mi corazón.

El show duro duró poco más de dos horas y, pese al Intenso frío, sumado a la lluvia, Fito Páez celebró los 30 años de El amor después del amor ante un público mendocino que lo ovacionó de pie.

A. C