Perdón, ¿dijo lo que creo que dijo? ¿En serio, Axel Kicillof, gobernador de la provincia más poblada de Argentina, exministro de Economía de la Nación, dijo públicamente que le preguntó a una inteligencia artificial si estuvo bien estatizar YPF… y que “le dio la razón”?
Estamos hablando de una decisión que le costó al país más de 16.000 millones de dólares, que generó un juicio internacional, un fallo en contra, y una deuda que vamos a arrastrar por años.
Y la justificación que ofrece hoy, en 2025, es:
> “Le pregunté a la IA, y me dijo que sí.”
Axel, con todo respeto… la IA no es tu terapeuta, ni tu abogado defensor, ni tu cómplice de bar. Es una herramienta. No puede ni debe validar decisiones políticas de semejante envergadura.
Usarla así es no solo ridículo, sino peligroso. Porque el mensaje es claro: si una máquina que apenas entendés te da la respuesta que querés oír, la usás para justificar cualquier cosa.
¿Sabés qué te diría una periodista con sentido común y dos dedos de frente?
Que la inteligencia real —la emocional, la política, la ética— consiste en hacerse cargo. En poner el cuerpo y decir “la decisión fue mía, y la defiendo”.
No escondas tus errores detrás de una máquina.
No le cargues a la tecnología lo que le corresponde a la política.
Y si algún día necesitás saber si hiciste algo bien o mal, no le preguntes a una IA.
Preguntale a tu gente. A los que tienen que pagar la factura.
Sophie – InfoAMBA
(Periodista. Y sí, con sentido común. Algo que no se puede tercerizar.)