Son dos provincias ucranianas, a las que Rusia apoya. En Europa preocupa la acción, que consideran como una posibilidad de eminente acción bélica.

 

El presidente Vladimir Putin, reconoció la independencia de dos provincias separatistas del este de Ucrania, que son fronterizas con Rusia. Estas regiones sostienen estar bajo asedio del Ejército ucraniano, lo que acentúa la tensión con Occidente.

El mandatario ruso comunicó la decisión a sus pares de Francia y Alemania, Macron y Scholz respectivamente, quienes se manifestaron “decepcionados”, según un comunicado del Kremlin citado por las agencias de noticias rusas. Por su parte, Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea (UE) expresaron la condena de la decisión.

Horas después del anuncio, Putin ordenó a los ejércitos rusos ingresar a los territorios de Donetsky y Lugansky, lo que intensifica la crisis y podría desatar la guerra con Kiev. En dos decretos, el presidente pide al Ministerio de Defensa que las fuerzas armadas asuman la “defensa de la paz” en estos dos territorios, denominándolos como “repúblicas populares”.

Por su parte, Ucrania solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la OTAN, ante lo que consideran una amenaza de invasión por parte de Rusia.

 

F.R.