El presidente Alberto Fernández encabezará el domingo 1° de enero la delegación argentina que asistirá a la asunción de Luiz Inacio “Lula” Da Silva en Brasilia. Massa y otros funcionarios arrancaron el delineado final de un nuevo acuerdo económico que esperan sellar a fines de enero.
Falta una semana para que Luiz Inacio “Lula” da Silva asuma la Presidencia de Brasil, en lo que será su tercer mandato al frente del gigante sudamericano. Y en el gobierno de Alberto Fernández no solo festejan la llegada de “un aliado y amigo”, como lo suelen definir, sino también preparan una seguidilla de acuerdos para fortalecer la alianza bilateral, en particular en materia económica.
En ese sentido, el ministro de Economía, Sergio Massa, encabezó una misión de avanzada este viernes 23 de diciembre para reunirse con quien será el titular de Hacienda brasileño, Fernando Haddad, y con electo vicepresidente y también futuro ministro de Industria y Comercio de Brasil, Geraldo Alckim.
La intención fue avanzar en los entendimientos que tienen dos ejes bien marcados. Por un lado, el más acuciante, un acuerdo que permita reforzar las reservas del Banco Central (BCRA), mediante un intercambio de monedas que permita dejar de lado el dólar como moneda del comercio bilateral.
Algunos analistas indican que sería una especie de “swap” como el que el país tiene con China, pero el bosquejo en el que trabajan la Argentina y Brasil pasa más por un mecanismo compensador de las monedas de curso legal de ambos lados de la frontera (pesos y reales), de modo que las compras y ventas se realicen en esos billetes y se efectúen “correcciones” cambiarias cada semestre.
Las conversaciones técnicas ya están avanzadas (incluso se trabajó con el ahora saliente gobierno de Jair Bolsonaro por ese camino) y en la Argentina hay gran expectativa de rubricar el entendimiento cuando Lula visite Buenos Aires, entre el 23 y 25 de enero próximo.
Vaca Muerta, una carta fuerte en la relación entre Argentina y Brasil:
El otro convenio económico en el que Massa ya adelantó contactos es en la integración energética. Si bien ambos socios del Mercosur están conectados en materia de energía eléctrica (por lo que se compra y vende luz según las necesidades de cada lado, la intención argentina es aprovechar el potencial exportador de Vaca Muerta que, esperan, será exponencial cuando esté terminado el gasoducto Néstor Kirchner y su futura ampliación hacia el sur de Brasil.
En ese aspecto, desde ambos gobiernos buscan alternativas de financiamiento para la construcción del tramo tres del gasoducto, desde el Litoral argentino hasta el estado de Santa Catarina, en el sudeste brasileño, que podría inyectar el gas neuquino directamente al poderoso polo industrial de Sao Pablo.
Si bien hay interés de China en ser financista de ese segmento, al igual que del tramo dos del gasoducto a Vaca Muerta (para conectar el punto en la provincia de Buenos Aires con el litoral argentino), en las últimas semanas se abrió con fuerza la posibilidad de que los fondos partan del propio banco de inversiones brasileño (BNDES) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), comandado ahora por Ilan Goldfajn, ex banquero central de Brasil y ex director del FMI.
A la espera de Lula, el gobierno argentino refuerza la alianza política y comercial con Brasil:
Mientras avanzan en los detalles técnicos de esos acuerdos, el presidente Alberto Fernández prepara la comitiva para viajar el 1° de enero de 2023 a Brasilia para participar del acto de asunción de Lula Da Silva como Presidente, que se desarrollará por la tarde de ese domingo.
Se espera que acompañen al jefe de Estado, el ministro Massa, el canciller Santiago Cafiero y el embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli, aunque no se descarta la presencia de otros funcionarios en una visita relámpago, según describen en la Casa Rosada, ya que la comitiva volvería a Buenos Aires apenas concluya la ceremonia de la que no será parte el presidente saliente de Brasil. Jair Bolsonaro.
También están a la espera que tras asumir y tomar juramento a sus ministros, Lula designe a un nuevo embajador en Buenos Aires. En Brasil se espera tenga un perfil más político que diplomático, como fue en los últimos años, y hasta se menciona a Dilma Rousseff, ex presidenta brasileña y muy cercana de Da Silva, como posible enviada del Palacio Itamaraty a la Argentina.
Expectativa por la visita de Lula a Buenos Aires:
El presidente electo de Brasil anunció hace poco que su primer viaje al exterior sería a la Argentina. Y ya tiene fecha: estará el 24 de enero en Buenos Aires para participar de la cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que preside la Argentina.
También será ocasión para una reunión bilateral entre Lula y Alberto Fernández. Todavía no está confirmado si será antes o después de la cumbre de la CELAC, pero en el gobierno argentino aguardan que la visita reimpulse la relación bilateral y, sobre todo, sea el escenario del nuevo acuerdo económico entre ambos países, con el intercambio de monedas y Vaca Muerta como ejes centrales.
A. C