Se cumple un año, 365 días del apocalipsis, de no saber que rumbo tomaríamos, del día menos pensado, de la llegada de un hombre que en apariencia no tenía nada que ver con lo conocido, que no habla como todos, no es el típico argento que vemos y tratamos a diario, que tiene errores y también aciertos, que está rodeado de poca gente, teniendo la mayoría de los “Gladiadores” en su contra, pese a estos contratiempos, pudo luchar contra muchos estigmas que parecían imposibles de dominar.
El “León” Javier Milei, el transgresor, el presidente de la Libertad, el que vino a luchar contra la Casta, logró que toda la política Argentina gire en torno de él, ordenó lo que parecía imposible, el Déficit Fiscal, la emisión monetaria, el freno al Dólar, desaceleró la inflación, frenó la indiscriminada escalada de la obra pública, achicó el Estado, bajó el riesgo país a niveles impensados.
Comenzó con un gran ajuste que hizo temer por los resultados a lo largo de este primer año, no había confianza en su pequeño armado político, los agoreros de turno no le daban 3 meses de mandato, bajaba su imágen a nivel país, el golpe al bolsillo era duro, las primeras marchas y paros movilizaron a miles de personas, pero sin embargo el Presidente no se movió de su idea económica, de a poco empezaron a verse algunos resultados.
El Gobierno pudo cambiar la visión, el encuadre de los acontecimientos, un claro ejemplo fueron las marchas de las universidades, no había una modificación en el presupuesto, sino centrarse en las auditorías de las mismas.
La imágen del libertario comenzó a empatizar nuevamente con el ciudadano que lo votó, su imágen tiene hoy un 54% de visión positiva.
Queda mucho camino por recorrer, tiene sus falencias en la comunicación, la agresión verbal, pero es frontal, cuando cuida su vocabulario no es él, así lo afirma en sus discursos.
En el debe está el crecimiento de las industrias internas, la generación de empleo genuíno, aplicar la verdadera motosierra con la famosa Casta, costos de producción, equilibrio de exportación e importación, la baja de impuestos, la salida del interminable Cepo.
Pasó un cuarto de un mandato que vino a ordenar los números, hacer crecer la economía, abrir el mercado, revalorizar el peso, a poner a la Argentina nuevamente de pie.
El ciudadano pedía un cambio, Milei lo entendió, encajó en el cambio general de los Sub 40 y en el deterioro del Peronismo.
Tenemos una nueva esperanza… Tenemos a Javier Milei… Simplemente “EL PRESIDENTE”.
DLE Journalist