San Lorenzo y Huracán se enfrentaron ayer en el interzonal por la cuarta fecha de la Copa de la Liga Profesional y no se sacaron ventaja
Previo al partido se vivía un ambiente intranquilo de parte de ambos bandos, tanto el “Ciclón” como el “Globo” llegaban cuestionados por su mal momento futbolístico y los técnicos sabían que su futuro dependía del resultado. Ese nerviosismo se vio plasmado en cancha. Fue un partido trabado donde no hubo asociaciones y las jugadas de mayor peligro llegaron por errores del rival, pelota parada o pelotazos largos.
San Lorenzo fue más claro en el primer tiempo y de esa manera consiguió irse al descanso con el resultado a favor (1-0). Sin embargo, el local no tuvo tantas llegadas, la primera fue a los 19 minutos, cuando Juan Ramírez remató desde media distancia y el balón impactó en el travesaño. A los 31´ fue cuando se dio el primer grito de la noche. El visitante tuvo un córner a favor que fue despejado por Franco Di Santo. Ese balón llego a Raúl Lozano, defensor del “Globo”, que había quedado como último hombre, cometió un error cuando quiso tocar hacía su arquero dejando la pelota corta. Ese mal pase fue aprovechado por el ex Chelsea, que corrió hacía el arco rival, eludiendo a Sebastián Meza y marcando el 1-0.
En la segunda mitad, los de Boedo salieron con la mentalidad de marcar otro gol y hacerse completamente dueños del encuentro, pero la visita no lo permitió. Los “Quemeros” tuvieron una gran actitud y aunque su performance futbolística no fue la mejor intentaron de todas formas encontrar el empate, hasta que lo consiguieron. El partido era muy luchado y se cortaba rápidamente el juego con faltas, imposibilitando que existieran jugadas elaboradas o conexiones. Fue a los 25´ cuando Huracán aprovechó uno de sus fuertes, Ezequiel Bonifacio mandó un gran centro desde la derecha y Franco Cristaldo apareció en el corazón del área para conectar un gran cabezazo y sellar el 1-1.
El partido no tuvo muchas más aproximaciones, ambos bandos querían el triunfo, pero no realizaron méritos para quedarse con el mismo. Tras un gran golpe de cabeza de Diego Braghieri, San Lorenzo tuvo una gran chance para pasar al frente del marcador, pero Cristaldo se vistió de héroe y sacó la pelota en la línea. El final fue muy precipitado, con la desesperación de poder marcar un gol. Los de Dabove tuvieron el balón los últimos minutos, pero no tenían ideas, lo único que supieron hacer fue enviar a varios al área rival y mandar centros. Pero con eso sólo a veces no alcanza.
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Columna escrita por Facundo De Lillo
