Javier Báez, zaguero de 32 años, llegará a Independiente en condición de libre, luego de su paso por Rosario Central.

 

Independiente tendrá otra cara en este 2023. Son 14 los futbolistas que se fueron y este domingo la dirigencia logró acordar la contratación del décimo refuerzo: Javier Báez, central diestro de 32 años que puede jugar en ambos puestos de la zaga y también oficiar circunstancialmente como lateral derecho.

El paraguayo, que se forjó en las Inferiores de Independiente, llega con el pase en su poder luego de su pase por Rosario Central. Este lunes se hará la revisión médica de rutina, firmará su contrato por un año y los directivos evaluarán si fijan la opción de extender su vínculo por una temporada más.

Independiente ya sumó otros nueve refuerzos en este mercado de pases. El sábado, cuando el Rojo igualó sin goles con Boca en un amistoso disputado en San Juan, debutaron desde el arranque el arquero Rodrigo Rey, el lateral derecho Luciano Gómez, el volante central Agustín Mulet y el delantero Matías Giménez. En la segunda etapa ingresaron otras dos caras nuevas: el mediocampista central Kevin López y el atacante Martín Cauteruccio. Los que aún no tuvieron su estreno son el extremo derecho Mauricio Cuero, el marcador de punta zurdo Damián Pérez y el central uruguayo Mateo Baltasar Barcia, quien estampará la rúbrica esta semana.

El Rojo sumó muchos refuerzos porque sufrió varias bajas. Se marcharon los arqueros Milton Álvarez, Sebastián Sosa y Renzo Bacchia (pronto se irá a Cerro Largo), los laterales derechos Alex Vigo y Gonzalo Asís, el zaguero Juan Insaurralde, el marcador de punta zurdo Lucas Rodríguez, los volantes centrales Lucas Romero y Juan Pacchini, el volante creativo Alan Soñora, el extremo Damián Batallini y los delanteros Leandro Fernández, Facundo Ferreyra y Leandro Benegas. Además, aún es incierto el futuro de Gabriel Hachen y Tomás Pozzo.

El Pala Báez, tal como apodan al defensor, llega con continuidad: disputó 30 partidos en Central el año pasado, de los que fue titular en 29 y convirtió dos goles. Además, fue amonestado en ocho oportunidades y no sufrió ninguna expulsión. Llegará al Rojo para competir por un lugar y arrancará como relevo. En Avellaneda lo recuerdan porque en el Apertura 2010 convirtió el gol del triunfo de Independiente en un clásico ante Racing que finalizó 1-0. Muchos años más tarde, tendrá una revancha en el club que lo formó.

A. C