La última vez que el Rojo no clasificó había sido en 2014, cuando estuvo en la vieja B Nacional. Cómo se llegó a esto.
Las derrotas contra Central Còrdoba de Santiago del Estero y Tigre terminaron de sepultar las pocas esperanzas que tenía el hincha de Independiente. La ilusión de jugar una copa internacional se va apagando al mismo ritmo que se va apagando en torneo de la Liga Profesional. A tres fechas para el cierre de la temporada, el equipo se quedó sin fuerzas para pelear por el ingreso a la Sudamericana y deberá mentalizarse en sacar la mayor cantidad de puntos frente a Barracas Central, Banfield y Boca para dejar un buen colchón de puntos de cara al futuro.
La crisis en el Rojo golpeó tan fuerte en este 2022 que será la primera vez que el club no disputará una competencia internacional desde su regreso a la máxima categoría, todo un síntoma de las complicaciones institucional, económicas y deportivas que sufrió en un año que será para el olvido. Sí, porque desde su participación en la vieja B Naciona que no se ausentaba de algunos de los dos campeonato continentales.
Las cinco victorias de manera consecutiva que tuvo con Julio Cesar Falcioni lograron encender una pequeña luz de esperanza de conseguir la meta. Lo mismo ocurrió al llegar a los cuartos de final de la Copa Argentina, aunque la eliminación por penales con Talleres de Còrdoba le impidió continuar luchando por volver a la Libertadores.
En los últimos ocho años, el conjunto de Avellaneda disputó siete veces la Sudamericana y apenas una vez la Libertadores, otra muestra de la irregularidad que tuvo en este tiempo. Como si fuera poco, su única llegada al máximo torneo de América lo hizo por ser campeón en 2017 del segundo campeonato en importancia y no por la tabla.
En ese período, ganó un título de la mano de Ariel Holan, alcanzó en tres oportunidades los cuartos de final, dos veces quedó afuera en los octavos de final y, esta temporada, ni siquiera logró superar la fase de grupos (quedó segundo en el Grupo G y el que avanzó de ronda fue el Ceará de Brasil).
Y lo que viene tampoco será sencillo para Independiente. La gran cantidad de deudas que debe afrontar la nueva conducción del club luego de la salida de Hugo Moyano y el arribo de Fabián Doman podría afectar las aspiraciones deportivas para el 2023. Es el rey sin copa.
A. C