El combinado de Hajime Moriyasu le ganó 2-1 al de Luis Enrique y ambos siguen adelante, el europeo por diferencia de gol. El resultado dejó afuera a Alemania, por segunda vez consecutiva, y a Costa Rica.

 

Japón dio otro batacazo mundial tras superar a Alemania en el debut. Esta vez, el equipo asiático le ganó 2-1 a España en el Estadio Khalifa, terminó primero en el Grupo E y ambos se metieron en los octavos de final del Mundial de Qatar 2022, el europeo por diferencia de gol. Álvaro Morata abrió el partido a los 10 minutos del primer tiempo, mientras que Ritsu Doan y Ao Tanaka, a través del VAR, lo dieron vuelta en los primeros cinco del complemento.

El combinado de Luis Enrique desplegó un dominio absoluto a puro toque. Necesitó tres aproximaciones para ponerse arriba ante los asiáticos: primero, un zurdazo de Sergio Busquets desde larga distancia que se fue demasiado alto y después dos cabezazos de Morata, el último con destino a la red tras un centro milimétrico de César Azpilicueta.

Los de Hajime Moriyasu, en tanto, salieron a tratar de forzar algún error e insinuaron algo de peligro con un remate de Junya Ito que se estrelló con la red lateral del arco de Unai Simón. No apareció Takefusa Kubo, de quien se esperaba algo más, y al equipo le duró muy poco la posesión de balón. Pero también es cierto que a España le costó profundizar, sobre todo en el último cuarto de hora que se volvió inofensivo.

Todo parecía bajo control, ni una sola ocasión había tenido Japón desde la agitación inicial, dominado por España durante el plácido tránsito hacia el descanso, desde el gol que había marcado Morata, hasta que, de repente, en cinco minutos, todo cambió para el conjunto dirigido por Luis Enrique, sin convicción y sin el primer puesto, con el susto en el cuerpo, eliminado durante tres minutos, cuando Costa Rica se adelantó frente a Alemania, aliviada con el pitido final.

La eliminación fue un hecho entre el 70 y el 73, entre el tiempo que pasó desde el 2-1 de Costa Rica al 2-2 de Alemania en el estadio de Al Bayt, después de la zozobra que afectó y zarandeó a España como no se recuerda desde hace tiempo, cuando el inicio de la segunda parte transformó a la Roja en un manojo de nervios, en una frenética secuencia que lo puso contra las cuerdas, con el 1-1 de Japón en el minuto 48, con el 2-1 en el 51, entre la incredulidad de una sucesión de hechos sin más explicación que la desconcentración.

A. C