Los medios argentinos, han destacado la curiosa nominación, dado que no fue propuesto por legisladores de Argentina, de Alberto Fernández al Nobel de la paz. El Padre Opeka, también nominado, fue omitido. ¿Campaña?
Las nominaciones no implican el respaldo del comité del Nobel
El opositor ruso Alexei Navalny.
El disidente ruso Alexei Navalny, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la activista climática Greta Thunberg se encuentran entre los nominados al Premio Nobel de la Paz de este año, todos respaldados por legisladores noruegos.
Miles de personas, desde miembros de parlamentos de todo el mundo hasta antiguos ganadores, pueden proponer candidatos. Las nominaciones, no implican un respaldo del comité del Nobel.
Los legisladores noruegos han nominado al ganador todos los años desde 2014, con la excepción de 2019, dijo Henrik Urdal, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo. “El patrón de los últimos años es bastante sorprendente”.
El Comité Noruego del Nobel, que decide quién gana el premio, no comenta sobre las nominaciones, manteniendo en secreto durante 50 años los nombres de los nominadores y los nominados no seleccionados. Pero los nominadores pueden optar por revelar sus elecciones.
Según una encuesta de Reuters a legisladores noruegos, los nominados incluyen a Thunberg, Navalny, la OMS y su programa COVAX para asegurar un acceso justo a las vacunas contra el coronavirus para los países pobres.
Thunberg fue nombrada como una de “las principales portavoces en la lucha contra la crisis climática”, y el grupo de campaña que ella cofundó, Fridays for Future, también recibió el visto bueno.
Navalny, nominado por académicos rusos, fue nombrado por sus “esfuerzos por una democratización pacífica de Rusia” por el ex ministro noruego Ola Elvestuen.
La batalla contra el coronavirus está al frente y en el centro, incluida una nominación para la alianza de vacunas GAVI.
Otros nombres son las activistas bielorrusas Sviatlana Tsikhanouskaya, Maria Kolesnikova y Veronika Tsepkalo por su “lucha por unas elecciones justas e inspiración para la resistencia pacífica”, dijo un nominador, Geir Sigbjoern Toskedal.
Otra, Jette Christensen, también nombró al Comité Húngaro de Helsinki, un grupo de derechos humanos, y a IUSTITIA, un grupo de jueces polacos que defienden los derechos civiles.
“Mi nominación este año es… para la lucha por preservar la democracia como forma de gobierno en Europa”, dijo Christensen.
La libertad de información es un tema recurrente entre los nominados, incluido el Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Estados Unidos; el ex periodista de Charlie Hebdo, Zineb el Rhazoui; sitio web de noticias Hong Kong Free Press, la Red Internacional de Verificación de Datos con sede en Estados Unidos y Reporteros sin Fronteras (RSF) con sede en París.
También en la lista está Aminatou Haidar, por su campaña pacífica hacia un Sahara Occidental independiente, la Estación Espacial Internacional y el Movimiento Scout Internacional.
LOS ARGENTINOS
Tal vez el más obvio y esperado es el premio para el padre Pedro Opeka, El padre Pedro tiene 72 años y trabaja desde 1968 como misionero en África, donde trabajó para convertir un basurero de la isla de Madagascar en una ciudad. Ya había sido propuesto para el premio en varias oportunidades y ahora comparte nominación con Greta Thunberg, la OMS y el movimiento Black Lives Matter, entre otros
“La Madre Teresa con pantalones”, “el santo de Madagascar”, “el apóstol de la basura”, “el albañil de Dios”: esos y más apodos ganó el cura argentino Pedro Opeka en los casi 50 años que lleva su tarea como misionero en la isla de Madagascar, en África; más precisamente en Akamasoa, donde antes había un basural en que miles de personas vivían en la miseria y hoy, gracias a sus esfuerzos, existe una ciudad con redes de agua, escuelas, bibliotecas, espacios deportivos y museos.
Este año, al igual que en varias oportunidades anteriores, el padre Pedro fue propuesto como candidato para el premio Nobel de la Paz 2021. Su candidatura la formalizó Janez Jansa, el primer ministro de Eslovenia -el país de origen de sus padres-, quien justificó su apoyo al cura argentino por su dedicación a “ayudar a las personas que viven en condiciones de vida espantosas”.
Lo de Alberto Fernández llama la atención y se atribuye a otra acción de propaganda para levantar su alicaída imagen que, en recientes encuestas le da 70% de negativa y 28% de positiva.
La postulación surgió de solo tres diputados bolivianos que adhieren a Evo Morales, lo cual profundiza la teoría de que se trata de una propaganda política. Ellos son: Grobert Nogales Grageda, Santos Mamani Espinoza y Gualberto Arispe Maita.
No parece tener muchas posibilidades de éxito la postulación de Alberto, teniendo en cuenta que además de Opeka, que lleva 50 años misionando y acumula varias postulaciones, compite con Donald Trump, Greta y cerca de un centenar de figuras con trayectoria más visibles, en pos de la paz, pero el objetivo era presentarlo públicamente y eso se logró.