Los deportistas norteamericanos y una huelga que demuestra compromiso ante un mal que sigue presente en su sociedad
Los equipos de la MLS estadounidense, que disputaban la séptima jornada, no jugaron sus compromisos y se unieron este miércoles a las protestas que empezaron en la NBA por el caso de brutalidad policial contra Jacob Blake, un afroamericano de 29 años que recibió siete disparos en la espalda por parte de un policía en Wisconsin.
Los primeros en tomar la decisión en la MLS fueron los jugadores del Inter Miami y el Atlanta United, que se enfrentaban en el Inter Miami Stadium y decidieron no jugar el partido.Y como una bola de nieve, ocurrió lo mismo en el partido entre el Dallas FC y los Rapids de Colorado en Frisco, en el Real Salt Lake-Los Ángeles FC y en el de Portland Timbers-San Jose Earthquakes, que anunciaron en sus respectivas cuentas de redes sociales que tampoco saldrían al campo de juego.
Los cuatro compromisos de la MLS no se disputaron en señal de protesta ante la represión policial que existe en Estados Unidos contra los ciudadanos afroamericanos.
El tenis también decidió parar, en esta ocasión en el Masters 1000 de Cincinnati. Los organizadores y los máximos directivos del tenis mundial decidieron aplazar por un día la competición.
Naomi Osaka, la ganadora del abierto de Estados Unidos en 2018, fue la primera que dio el aviso de que ella no iba a disputar su semifinal frente a Elise Mertens. Su amenaza de boicot fue apoyada por todo el torneo de manera unánime.
De esta forma los deportistas estadounidenses, encabezados por los jugadores de la NBA, dieron este miércoles un golpe sobre la mesa al sumarse a las protestas por el caso de Blake.