Carlos Salvador Bilardo es sinónimo de fútbol… y de triunfos. Y de los que quedan marcados a fuego. Uno que ganó alguito, como un Mundial, el de México 86′

Polémico, controvertido, considerado un genio por sus adoradores y un antideportivo por sus detractores, de forma voluntaria o no Bilardo gestó la doctrina del bilardismo que durante por lo menos un par de décadas separó las aguas con el menottismo de César Luis Menotti.

El presente lo encuentra en su domicilio particular, con atención personalizada por su delicado estado de salud, y por ejemplo desde su entorno decidieron no comunicarle los fallecimientos de José Luis Brown, Diego Maradona y Alejandro Sabella para no agravar su situación.

Imposible olvidar la anécdota de la cancha de River, donde llevó una mesa, una botella y descorchó al grito de “Es gatorei (gatorade), señorita”, porque le venían a recriminar la prohibición de beber alcohol en el campo de juego.

El ídolo pincha y confeso hincha de San Lorenzo, se desarrolló como centrocampista en la década de 1960 en Estudiantes de La Plata, luego de debutar en 1958 en el ciclón.

Como Director Técnico es recordado por su paso histórico en la Selección donde cosechó el título Mundial de 1986 de la mano de Diego y casi retiene el de 1990 en Italia.

Pero además Carlos Bilardo es graduado en Medicina. El hombre de La Paternal estudió ciencias médicas y ginecología.